El Nacimiento de un Periódico Nacional Italiano Gratuito

El plan era tan ambicioso como detallado – en su forma, contenido y el tiempo involucrado.
Caltagirone continuo diciendo que el Leggo se distribuiría muy pronto en Roma, y que poco después del debut en Roma iba a aparecer en el resto de Italia.
Azzurra Caltagirone, hija de Francesco Gaetano y gerente de publicaciones del grupo, empezó a trabajar en el proyecto a principios de 2001. La fecha fijada para el lanzamiento fue el 5 de marzo de 2001, con una circulación inicial, en Roma, de 250.000 ejemplares. El segundo lugar después de Il Messaggero, otra publicación estable del Grupo Caltagirone, que tiene una circulación de 285.000 ejemplares.
Leggo tuvo un éxito sin precedentes desde el día uno – todos los ejemplares desaparecieron en sólo un par de horas.
Un contrato con "Grandi Stazioni" (la compañía a cargo de las áreas comerciales que rodean a las estaciones ferroviarias) aportó el impacto directo con el público: la edición romana de Leggo se iba a distribuir en otras estaciones alrededor de la ciudad donde se esperaban de 700.000 a 800.000 pasajeros. También se cubrieron dos líneas de subterráneos.
Los editores decidieron luego que el periódico iba a ocuparse de todo tipo de noticias: Leggo cubría toda la información, de Italia y del exterior, cultura y deporte, y noticias locales en Roma. El único tema que no cubriría, por decisión del departamento editorial, es la política. También hay páginas de crónicas que cubren el mundo de la moda, la salud, la belleza, medicina, turismo, etc. Estas páginas están destinadas a aquellos que normalmente no leen mucho, que no compran periódicos, o que solo reciben información de la televisión.
El periódico es juvenil y fácil de consultar. Provee información completa en artículos cortos.
Un servicio que va mucho más allá de los comunicados de las agencias, tan típicos de los otros periódicos gratuitos, y es ágil, completo y, al mismo tiempo, atractivo para los lectores. Los directores de muchos colegios secundarios nos han dicho que están muy felices con nuestra iniciativa y que están contentos de ver que tantos adolescentes, de entre 11 y 14 años, llegan a clase con su ejemplar de Leggo entre sus libros.
El plan de Leggo es fácil de imitar, e ilustra las diversas etapas de crecimiento de cualquier periódico. Menos de tres meses después de su lanzamiento en Roma, el 21 de marzo de 2001, apareció la edición de Milán. Otra inundación de noticias y otro éxito. El número de ejemplares fue muy similar al de Roma, y la respuesta del público milanés fue muy similar a la de la gente de la capital.
La "columna dorsal del periódico" (noticias, espectáculos, etc.) es la misma que antes, pero las noticias locales y deportivas le aportan un valor extra a todo el conjunto.
El plan del editor se ha desarrollado aún más, y en muy poco tiempo. No es exagerado decir que Leggo es como un tren a toda velocidad: el 15 de octubre de 2001 apareció la primera edición en Turín, y el 12 de noviembre lo hizo en Nápoles. Solo dos semanas después, el Leggo apareció en Bolonia, y Florencia.
Avancemos ahora hasta el 26 de noviembre de 2001, y el número de lectores del Leggo ya se ha elevado a más de 700.000 diarios, a un paso de alcanzar al Corriere della Sera y a la Repubblica, los dos periódicos más difundidos de Italia.
La primera etapa de la cobertura nacional se cumplió el 13 de mayo de 2002 con el lanzamiento de las ediciones de Venecia, Mestre, Padua y Verona.
Leggo, que ahora tiene 800.000 ejemplares por día, se está fortaleciendo cada día más en toda Italia, porque los lectores locales sienten que este es "su" periódico, con su doble identidad (local y nacional) quitándole así algo a la prensa más convencional.